La educación sexual

Por Agustina Valdez Pérez

Es importante tratar este tema de relevante importancia ya que es un problema que está causando muchas deserciones en las escuelas, será de mucho bienestar para la sociedad y la comunidad educativa si se imparte la educación sexual como materia en las escuelas.

La educación sexual, incluyendo sus aspectos espirituales, debe ser parte de una amplia en salud y moral, desde kindergarden hasta el doceavo grado, idealmente llevada a cabo armoniosamente por padres y maestros.

La educación sexual es mucho más una cuestión de mente y espíritu que de biología y filosofía, más una cuestión de interpretación a los ideales que de instrucción solamente.

Dado que la mayoría de los abusos sexuales comienzan antes de la pubertad, la educación preventiva, si tiene algún efecto, debe comenzar temprano en la educación primaria.

Responder preguntas es una parte importante de la educación sexual. Para esto hay dos reglas básicas. Primero, dar siempre una respuesta verdadera. Segundo, considerar como cualquier otro conocimiento.

Si usted dice: No lo hagas, no es saludable para ti, pero si lo vas a hacer, hazlo de esta manera, eso envía señales mixtas a los niños.

Los adolescentes van aprender sobre el sexo y nuestra pregunta es ¿De dónde queremos que aprendan? ¿De los medios? ¿De sus amigos? ¿O queremos que aprendan de unos adultos educados y responsables?

Es necesario que les hablemos a los hijos sobre el sexo, y comenzar temprano. Probablemente se sienta raro con el tema pero, es desde el hogar que debemos inicial con el tema, darle a entender que es algo natural y que la mayoría de la gente lo encuentra placentero.

Creo que la educación sexual debe incluir el aumento de la auto-imagen sexual y la autoestima de las niñas, y dar las herramientas para decir “no” y, en última instancia, “si”, cuando llegue el momento.

IMPORTANCIA DE LA EDUCACION SEXUAL

Ayuda al adolescente a conocer, querer y respetar su cuerpo. 

A respetar los gusto de otros niños y a hacer respetar los suyos.

Le ayuda a reconocer situaciones de peligro o abuso sexuales y denunciarlas.

A cuidar su salud e higiene.

A no discriminar a sus compañeros por ser del sexo masculino o femenino

A reconocer y aceptar los cambios que experimenta su cuerpo.