Relatos Cortos


Roberto Valenzuela 

El “paĆ­s se llama paĆ­s” por los aportes de Trujillo

Este “paĆ­s se llama paĆ­s”, primero por la invasiĆ³n norteamericana, y luego por el presidente Rafael LeĆ³nidas Trujillo Molina, considerado “Padre de la Patria Nueva”. El profesor Bosch lo resume asĆ­: “con Trujillo viviĆ³ la RepĆŗblica Dominicana una experiencia que deberĆ” ser analizada seriamente para sacar a la luz la enseƱanza que hay en ella. Esa experiencia se expresĆ³ en la forma siguiente: El dictador introdujo el capitalismo industrial (y tambiĆ©n el financiero). Fue el poder que impulsĆ³ la etapa mĆ”s importante del desarrollo capitalista que ha conocido nuestra historia; y como tal le tocĆ³ ser el mĆ”s poderoso promotor de las fuerzas productivas”.


Sigue diciendo: “estableciĆ³ un emporio industrial que iba desde la fabricaciĆ³n de cemento y de harina de trigo hasta la creaciĆ³n de una lĆ­nea aĆ©rea internacional”, indica el historiador y expresidente Bosch en un artĆ­culo publicado en el semanario Vanguardia del Pueblo y en el ListĆ­n Diario el 23 de agosto de 1981. AdvertĆ­a que iba a ser blanco de crĆ­ticas de “los autodenominados marxistas”, pero que tenĆ­a que reconocer la visiĆ³n y los aportes de Trujillo a la creaciĆ³n de un Estado moderno y poderoso.

Dice el refrĆ”n que “los tiranos son como el remedio amargo: malo, pero necesario”.

A los generales Pedro Santana, Ulises Heureax (LilĆ­s), Rafael Trujillo Molina hay que juzgarlos de forma crĆ­tica, sin pasiĆ³n, con sus virtudes y sombras, analizando en los momentos anĆ”rquicos que les tocĆ³ imponer orden. Las invasiones extranjeras y los dictadores no cayeron del cielo, llegaron a poner autoridad en la corrupciĆ³n, el caos impuesto por la gente. No fue casualidad que a LilĆ­s le llamaran “El Pacificador”; o que cuando Santana estaba en el exilio fuera traĆ­do al paĆ­s por la Ć©lite de Santiago para que pusiera orden entre los revoltosos que imponĆ­an la anarquĆ­a. 

En una conferencia en la Academia de Historia, preguntĆ© al distinguido historiador Wenceslao Vega que cuĆ”l era la enseƱanza que nos dejaba la intervenciĆ³n norteamericana de 2016. RespondiĆ³ con una frase corta, pero sabia: “no desorganizarnos para que nadie nos tenga que venir a organizar”.

A Estados Unidos se le tilda de malandrĆ­n en la invasiĆ³n de 1916 a 1924. No explican la reinante desorganizaciĆ³n, las causas de la invasiĆ³n y las trascendentales obras que legaron: Las tres principales carreteras que comunican la capital con el Cibao-LĆ­nea Noroeste-HaitĆ­. En el Sur hasta la frontera haitiana; asĆ­ como todo el Este. 

“El paĆ­s no estaba comunicado y por tanto no era un paĆ­s, sino un conjunto, no precisamente homogĆ©neo, de varios paĆ­ses pequeƱƭsimos que se distinguĆ­an hasta en la forma de hablar la lengua espaƱola”, explica el expresidente Juan Bosch.

El “Estado” existĆ­a de nombre, no en la prĆ”ctica, los infantes de marina norteamericana son los que organizan el gobierno. Elaboraron leyes que aĆŗn hoy estĆ”n vigentes.

Peor aĆŗn, a la salida del gobierno militar norteamericano volviĆ³ la crisis econĆ³mica, el caos institucional. El presidente Horacio VĆ”squez, que a pesar de que habĆ­a sido elegido en 1924 para gobernar hasta el 16 de agosto de 1928, aceptĆ³ la tesis de sus adulones, de que su mandato debĆ­a ser prolongado por dos aƱos mĆ”s, lo que se consagrĆ³ mediante una nueva reforma constitucional, la de 1927.

Y, nuevamente, en su insaciable ambiciĆ³n de poder, aceptĆ³ ser propuesto para que se reeligiera por cuatro aƱos mĆ”s, esto es, por un perĆ­odo que irĆ­a del 16 de agosto de 1930 al 16 de agosto de 1934. ProvocĆ³ el golpe de Estado liderado por Trujillo, Rafael Estrella UreƱa y Desiderio Arias. AsĆ­ llegĆ³ la dictadura trujillista de 31 aƱos.

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