Una carta al ingeniero Horacio Mazara, director del INAPA


Señor ingeniero Horacio Mazara, le cuento que no tengo el placer de conocer a la señora Esmerarda Montero Vargas y por las referencias que he escuchado tampoco me interesa, pero tengo para decirle que a quien nombró usted supuestamente para arreglar las cosas, las ha arreglado si, y vaya de qué manera, trasladando personas, contratando empleados con sueldos de 45, 50 y 60 mil pesos, gran parte de estos amistades y conocidos de ella, y se dice que hasta familiares, no está mal que lo haga, es común en el país en que vivimos.

Lo que si está mal, es que maltrate a los empleados que encontró allí, que haya puesto sueldos por encima de los que tienen parte de su vida laborando en dicha institución, los que le enseñaron cómo funcionaba todo, dando lo mejor de ellos y los que se esforzaron para que sea reconocida por una labor que no despeñó y que luego ella desechó como objetos reciclables; menospreciándolos

y echándolos a un lado, alegando que ha contratado un grupo de profesionales capacitados, acaso los que ya estaban no lo eran? Dejaré esa pregunta por aquí con la esperanza de algún día no muy lejano tener una respuesta.

Permítame felicitarle por el hecho de que se propuso alcanzar un objetivo y así lo hizo. Lo cierto es, que no lo conozco muy de cerca, pero cuando asumió el cargo en agosto 2015, era usted una persona muy diferente a la que hoy es. La imagen que mostró en aquel momento era de un individuo correcto, humilde e incapaz de maltratar a persona alguna. Tal era su indignación ante las injusticias, que hasta llegó a prescindir de directores de la entidad que dirige, tras recibir quejas de empleados que eran maltratados.

Hoy día se ha convertido en una persona arrogante, con doble moral y peor aún, cómplice de mediocres que no tienen idea de cómo dirigir un personal, más bien se auxilian de medidas drásticas basadas en el maltrato, subestima y humillación. Días pasados leí una información no tan agradable, no sé qué hay de cierto en ello, pero lo que sí creo es que debe usted autoanalizarse y a quienes forman parte de su gestión.

Continuando con mi felicitación por el alcance de su objetivo, de todo corazón felicidades, se propuso desbaratar el grupo de empleados que formaba parte del Departamento de Relaciones Públicas de la entidad donde usted es titular y lo hizo. Nuevamente felicidades. Me puse a investigar y es cierto lo del traslado de los 15 empleados, el tema íntimo no me interesa, pero si mezcló usted lo personal con lo laborar y quiso vengarse sacando personas de su área, colocándolas en otras donde es posible no tengan ni idea de qué labor desempeñar, permítame decirle sin faltarle al respecto, que se maneja usted muy mal.

Dados los traslados, maltratos e injusticias, los empleados han pedido al presidente Danilo Medina y al Ministerio de Administración Pública (MAP), que intercedan por ellos, ya que usted hace caso omiso a las denuncias.

Respecto a la nueva encargada de comunicaciones, la señora Esmerarda Montero Vargas, que según la nómina tiene un sueldo de RD$125,400.00 y quien según dicen viene de un extracto social muy bajo, y el hecho de que haya sido pobre no es nada para señalar, al contrario, todo aquel que se supera es digno de admirar. Lo que me sorprende es, que supuestamente su arrogancia no tiene límites y su especialidad es vanagloriarse ante los demás sintiéndose superior. Dele este consejo de parte mía a la señora Montero, dígale que sea humilde, que los cargos son pasajeros y por más preparación que ella tenga todo se va al piso cuando no da buen trato a los demás.

Pero no solo la señora Montero tiene un comportamiento poco ético, algunos de los integrantes de su gabinete se muestran altaneros y con pocas relaciones humanas, quizás es la poca experiencia, o puede ser que donde estaban anteriormente recibían un trato similar y al verse con un puestecito se creen dioses, a ellos también dígale Ingeniero, que sean humildes.

Es entristecedor que el carrusel gubernamental esté dirigido por personas como las descritas anteriormente, que los que forman parte de las instituciones gubernamentales sean personas sin principios ni valores, es lamentable.

No abundaré más ingeniero Mazara, pero antes de despedirme le haré una recomendación, vea más allá de su ego, cuando el río suena, aunque sea agua vieja trae, ya son varias las quejas de sus empleados, debe poner cartas en el asunto. Una vez más felicidades, ojalá y se hubiese propuesto resolver los problemas del agua que hay en el país, así como se propuso acabar con el referido grupo.

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