DISCURSO DEL PRESIDENTE DE LA JUNTA CENTRAL ELECTORAL



Hoy el Pleno de la Junta Central Electoral se ha trasladado a esta ciudad de San Cristóbal, cuna de nuestro pacto fundamental en esta fecha en la que se conmemora un nuevo aniversario del a Constitución dominicana, la cual fue proclamada por primera vez el 6 de noviembre de 1844.

La proclamación de una constitución significo un momento cumbre y de gran esplendor y valor para la nación dominicana y en el que por primera vez se vieron consolidados en un mismo documento: sueños, ilusiones, valores cívicos y morales y los sacrificios de los héroes y heroínas que con sus luchas hicieron posible la organización del Estado dominicano y la consecución de una patria común.

Desde la primera Constitución que se proclamó, de la soberanía reside la universalidad de los ciudadanos y ciudadanas que para hacer posible esa ciudadanía, era necesario que esa Constitución estableciera las formas y los mecanismos necesarios como en efecto se hizo previendo las asambleas y los colegios electorales.

79 años después de haberse proclamado la primera Constitución dominicana, nace la Junta Central Electoral (JCE), órganos que ha jugado un rol trascendental en los procesos democráticos que se han celebrado desde su nacimiento y que en este 2023 cumplirá 100 años de su creación, la más antigua de América Latina.

Este órgano se ha venido perfeccionando con el paso del tiempo y sobre el mismo se han colocado grandes responsabilidades, por un lado: debemos garantizar y defender la identidad de los dominicanos y dominicanas a través de la preservación y custodia del registro civil, la cédula de identidad y electoral; por otro lado este órgano tiene a su cargo la realización de las elecciones nacionales y las demás mecanismos de participación directa de que dispone el pueblo dominicano.

Estas responsabilidades son constitucionales, nos conminan a aunar esfuerzos para que la ciudadanía sienta la tranquilidad y la seguridad de que las informaciones que reposan en la JCE estarán protegidas y de que sus derechos de ciudadanía podrán ser ejercidos de la forma que establece la ley de leyes: la Constitución.

La JCE tiene una responsabilidad político-social que trasciende sus labores cotidianas, en ese sentido, queremos hacer referencia al preámbulo de nuestra Constitución, cuando expresa que estamos regidos por valores supremos y por principios fundamentales de la dignidad humana: la libertad, la igualdad, el imperio de la ley, la justicia, la solidaridad, la convivencia fraterna, el bienestar social, el equilibrio ecológico, el progreso y la paz, factores esenciales para la cohesión social.

Y es que la Constitución, base de nuestros derechos y obligaciones, creadora de las garantías y obligaciones que son efectivos, logran que estos derechos sean efectivos.

“La Constitución es la norma sabia; es la norma que moldea el ideal de justicia, el ideal de sociedad, el ideal de nación, por eso hoy y siempre hay que respetarla y conmemorarla.

En ese orden, queremos conmemorar estos 177 años de nuestra Carta Magna, de nuestra Constitución, resaltando tres aspectos que ella nos ha indicado son fundamentales para la dignidad humana y el desarrollo, para la solidaridad y el progreso y sobre todo, para la cohesión social y la convivencia fraterna, me refiero a la persona, la familia y el registro civil.

Sobre la persona, en su acepción de persona humana, no de persona jurídica, el artículo 22, por ejemplo, nos habla de los derechos de ciudadanía, como el de elegir y ser elegible, sin embargo los artículos del 37 al 75 consagra los derechos, las garantías y deberes fundamentales, los cuales no son vigilativos.

En cuanto a los derechos, particularmente, nos habla de derechos civiles y políticos, derechos económicos y sociales, culturales y deportivos, colectivos y del medioambiente. Dentro de los derechos económicos y sociales, que son los llamados derechos prestacionales, tenemos los derechos de la familia.

Y veamos la relación que nuestra Constitución construye entre persona, desarrollo integral, familia y sociedad: La familia es el fundamento de la sociedad y es el espacio básico para el desarrollo integral de la persona, se constituye por vínculos naturales o jurídicos, por la decisión libre de un hombre y una mujer de contraer matrimonio. También es familia, según la Constitución, la unión singular y estable entre un hombre y una mujer que forman un hogar.

El Estado garantizará la protección de la familia y dice, que debe promover y proteger la organización de la familia. La familia no es una mera expresión de deseo en la Constitución, es el nido de desarrollo de cada persona y el Estado debe impulsar políticas públicas que la desarrolle.

Desde la familia nacen los valores cívicos, los valores morales, los valores democráticos. En la medida que materializamos el mandato constitucional de fortalecer la familia, fortalecemos también la democracia.

La familia debe ser sostenida por una paternidad y maternidad responsable; el respeto a la bandera, el respeto a nuestro Himno, el respeto a quienes dieron su sangre por la fundación de nuestra Dominicana, el respeto de ir a votar, deben venir en la conducta aprendida desde la familia.

Con respecto al registro civil, Mariana Manson, de la Universidad de la Plata, en Argentina, señala que la relación entre las personas, la familia y la institución del Registro Civil es íntima y permanente, nacemos, convivimos, nacemos y nos casamos, tenemos hijos e hijas, nos morimos, y todos son actos civiles y familiares que pasan ante un registro civil.

En nuestras sociedades el nacimiento determina la adquisición de la personalidad, y este es un atributo por el que se le confiere derechos y obligaciones y es que el estado civil, existe en el, un interés público social pues se encuentra en juego, el estado de familia.

Un principio del derecho registral es que la persona es el centro de toda la actividad registral y se debe garantizar el efectivo goce de sus derechos entendiendo que la persona es ella con respecto a sus relaciones familiares.

La actividad del registro civil se desarrolla en la persona, y que conste, los actos del registro civil son actos civiles y familiares, y es que la Constitución de la República prevé que la JCE ha de intervenir desde el nacimiento de los niños y niñas, los cuales deben ser inscritos gratuitamente en el Registro civil.

En ese mismo orden, la realización de los matrimonios, el registro de los matrimonios, el registro y expedición de las actas de defunciones, la expedición de las cédulas de identidad y electoral que hace posible que se pueda ejercer el sufragio. Y es que el derecho a un nombre, un apellido, al matrimonio y al reconocimiento de la personalidad de todos y todas debe ser garantizado por la JCE en esta patria común.

Es por todo lo anterior que es de gran importancia impulsar la democracia desde la familia, la cual es el fundamento de la sociedad y el espacio básico para el desarrollo de la persona como ella misma señala.

Los niños y niñas de hoy serán los encargados de navegar el barco de la democracia en el mañana, y por ello si queremos que ese barco pueda navegar de forma segura en las turbulentas aguas en las que en ocasiones se suele navegar o si se quiere que ese barco se llegue a puerto seguro es necesario que empecemos a formar en base al ejemplo, siendo ejemplo de institucionalidad, siendo ejemplo de integridad, ejemplo del respeto a la Constitución, pues mientras más alejados estamos de la Constitución, estaremos más cerca de una sociedad descompuesta y absorta a la sensibilidad humana.

Mientras más lejos estamos de la Constitución, mucho más lejos estamos de la democracia y mucho más cerca de la desafección política que puede traer consigo, consecuencias nefastas y peligrosas para la República Dominicana.

Publicar un comentario

0 Comentarios

Vídeos de noticas