Es inaceptable el comportamiento haitiano en la Ciudad Juan Bosch.


EDITORIAL

Bajo ninguna circunstancia podemos permitir que una turba de extranjeros haitianos con estatus irregular, ataque a nuestras autoridades policiales y a los agentes de la Dirección General de Migración. Con esta acción queda evidenciado como nuestras autoridades nacionales, pese a que tienen las armas en las manos, equipos y toda la logística para repelar la horrenda acción delincuencial, pensaron más en la garantía de los derechos humanos, y no en la fuerza.

Es una clara evidencia de la transformación en mentalidad de nuestros agentes, que con muchos esfuerzos ejercen una labor loable y difícil. El comportamiento de los extranjeros haitianos en estatus irregular cada día esta siendo un mal social, con cierta frecuencia residentes nativos locales no solo de la Ciudad Juan Bosch, sienten miedos por la forma agresiva de muchos de ellos.

La forma de convivencia en la predilecta Ciudad Juan Bosch no admite un comportamiento vandálico, no admite un segundo Haití, donde nuestros conciudadanos sientan temor en las calles, ya que muchos haitianos usan agresividad hasta en la manera de conducir, donde hasta en su forma de exigir derechos, y hasta en centro comercial producen enfrentamientos.

Es hora que la comunidad internacional, las Naciones Unidas, la Organización de Estados Americanos, y demás dependencias dejen que las autoridades gobiernen un país que desde el año 1844 el pasado 27 de febrero se hizo independiente, bajo el derramamiento de sangre con la intención de tener un Estado libre, con garantías de derechos.

Cabe destacar, que la forma agresiva y bochornosa en que los haitianos irregulares en el país, con raras excepciones, no sienten compromiso con esta nación, esto no se puede tolerar bajo ninguna circunstancia, que los dominicanos sientan amenazas de turbas, ya que los lugareños solo quieren vivir en paz, sin problemas con nadie. Es preciso mantener el orden público, disciplina y la promoción de programas educativos permanentes.

Reiteramos, que nuestras autoridades bajo ninguna circunstancias pueden permitir que las organizaciones sin fines de lucros, que son pro haitianas, estén bajando líneas en deprimentes del Estado y sus políticas. Podemos destacar que nuestro presidente, Luis Abinader Corona ha sido firme en la defensa de la nación, pero el país necesita una mano amiga en los Organismos Internacionales, que muchas veces no entienden que los dominicanos no quieren un segundo Haití dentro de su territorio, donde ese vecino país no tiene ninguna seguridad y estabilidad, con robos permanentes, asaltos y secuestros, eso no quiere la República Dominicana, y su clase política.

Editorial del Grupo de Medios La Voz Sin Censura.

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