Desarrollo Rural Sostenible

Autora: Margarita CedeƱo de FernƔndez


La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO por sus siglas en inglĆ©s), realiza en esta semana su 35 perĆ­odo de sesiones de la Conferencia Regional de la FAO para AmĆ©rica Latina y El Caribe. El cónclave reĆŗne las autoridades de todos los Ć”mbitos involucrados en las polĆ­ticas, las polĆ­ticas pĆŗblicas y privadas, en torno a la erradicación del hambre y las formas de desnutrición en nuestra región. 

A pesar de que los Ć­ndices de ingreso a la población mundial han disminuido, los problemas de ingresos aĆŗn persisten en la atención de la salud, que requieren acciones contundentes por parte del Estado y el resto de la sociedad. 

Este es un tema importante que aborda en la Conferencia de la FAO, especialmente por la "importante transformación estructural de las zonas rurales en paĆ­ses de AmĆ©rica Latina y el Caribe". Los expertos estĆ”n preocupados porque esta transformación ha sido "excluida de un grupo de jóvenes que tienen acceso a trabajos decentes, mientras que la extrema pobreza sigue limitando las oportunidades de una cuarta parte de la población rural de la región". 

Aún persisten grandes desigualdades territoriales que perpetúan la pobreza en las localidades, lo que a su vez desemboca en los conflictos sociales y políticos, en la afectación constante al medio ambiente y en la preocupante inseguridad de los ciudadanos.

Por ende, la FAO advierte que las estrategias tradicionales de desarrollo rural, a la hora de garantizar una transformación sostenible e inclusiva desde el punto de vista social en las zonas rurales. 

El hambre es el escÔndalo moral de nuestros tiempos, como dice el Papa Francisco. La región de América Latina y el Caribe debe preocuparse especialmente por este tema, que en la reducción de las economías de la región en el período 2015-2016, que resultó en 18 millones de pobres mÔs por el territorio latinoamericano, también resultó en 2.4. millones de latinoamericanos mÔs padeciendo hambre.

Y aunque nuestro país tiene importantes resultados que muestran en torno a la disminución del hambre y la desnutrición, no podemos obviar que el rescate de la ruralidad para la producción sostenible es impostergable. Hoy en día, 183 mil familias del programa Progresando con Solidaridad participan de las estrategias de huertos familiares y comunitarios, a la vez que 23 millones de familias se han involucrado en la crianza de animales. El apoyo de la FAO y del PMA en estos proyectos ha sido invaluable.

El desarrollo rural sostenible, como hemos apuntado en otras ocasiones, depende de varios factores, entre los que destacan la necesidad de acceder a la asistencia tĆ©cnica, los puntos crĆ­ticos, el seguro ante desastres y el uso de tecnologĆ­as y estrategias de resiliencia ante choques climĆ”ticos y para la protección del medio ambiente. 

El trabajo que se realiza en torno a este tema debe combinarse de la mejor manera posible con la información objetiva y la intuición polĆ­tica, para lograr lo que Rafael Pinilla PallejĆ” denomina la "doble legitimidad", es decir, la legitimidad cientĆ­fica y la democracia. 

La Ley núm. 589-16, que crea el Sistema Nacional para la Soberanía y Seguridad Alimentaria y Nutricional en la República Dominicana, aunado al extraordinario esfuerzo realizado en torno a la Hoja de Ruta para el cumplimiento del ODS 2 , donde la participación de las instituciones públicas y privadas, con el seguimiento de la Vicepresidencia , el Gabinete Social , la FAO, el PMA y otras instituciones, las cartas mÔs importantes con las que ganar la partida al hambre y la desnutrición.



Publicar un comentario

0 Comentarios

VĆ­deos de noticas