San Luis, del ingenio Ozama al ITSC


Por JosĆ© Valdez 

Este sĆ”bado 25 de agosto la Iglesia Católica dedica su santoral aSan Luis Rey de Francia en conmemoracióndel 748 aniversario de la muerte de este bondadoso monarca que gobernó la Francia medieval como Luis IX entre 1227 y 1270, razón por la cual el sector que lleva su nombre en Santo Domingo Este celebra sus fiestas patronales con un despliegue de actividades culturales en donde se expresa la diversidad propia del mestizaje caribeƱo y de manera particular las emanadas del encuentro interracial de la industria azucarera. 

El sector de San Luis es una comunidad formada esencialmente por ex trabajadores de la industria de la sacarosa que emigraron a este espacio geogrĆ”fico en las Ćŗltimas dĆ©cadas del siglo XIX con el objetivo de participar en el quehacer relacionado con el trapiche fundado por empresario italiano Luis Cambiaso en 1876. 

El surgimiento de esta localidad lo explica un informe de la Junta Municipal de San Luis que indica que “los orĆ­genes de San LuĆ­s estĆ”n vinculado con el desarrollo de la industria azucarera y remontan hacia finales de la dĆ©cada de 1850, con la llegada de los hermanos Cambiazo (uno de los cuales llevaba por nombre Luis) a esta comunidad a la que dieron por nombre San Luis, ya para el 1881, los Cambiaso habĆ­an instalado un ingenio de nombre San Luis que contaba con 2400 tareas cultivadas de caƱa y 4600, tareas por cultivar”. 

El ingenio fue construido por La Casa Hermanos Cambiaso y quedó bajo la dirección de Don Luis Cambiaso y de inmediato aparecen los inmigrantes que forman una laboriosa comunidad a su alrededor. 

En la comunidad hay consenso en que entre sus primeros habitantes se encuentran las familias Guillot, Richard, Leonard, FransuĆ”, Meli EspĆ­ritu, cambiaso, Cambiaso Nova, Madera y Madera Seglise, esta crece rĆ”pidamente, por medio de migrantes dominicanos y extranjeros que llegaban al sector en busca de oportunidades laborales, debido al gran Ć©xito del trapiche que en poco tiempo se convierte en ingenio y mĆ”s tarde en central azucarero. 

El testimonio de la pronta conversión en central la ofrece HĆ©ctor Cuevas en su obra “el azĆŗcar se ahogó en la melaza” cuando afirma que “Cuatro de los nuevos ingenios eran “centrales”, que recibĆ­an caƱa exclusivamente de los colonos, a saber, “San Luis”, hoy ingenio Ozama, fundado en 1881 por los hermanos Cambiaso, con siete mil tareas dividida entre diez colonos; San Isidro que operó hasta 1930, cuando fue destruido por el ciclón de San Zenón, propiedad de Hatton y HernĆ”ndez, fundado tambiĆ©n en 1981, con 4,290 tareas cultivadas y 12 colonos; “Duquesa”, donde funciona hoy el famoso vertedero de basura de la Capital, fundado en 1882 en La Isabela, propiedad de Alexander Bass y Von Krosigh, de 6000 tareas; y el central “Ocoa” de I. Heredia y Cia., en Palmar de Ocoa, comĆŗn de BanĆ­, fundado en 1882, con tres mil tareas y quince colonos.” 

Sobre el nombre de la comunidad se tejen dos versiones, una que seƱala que se debe a San LuĆ­s Rey de Francia, en tanto que la otra precisa que fue en honor al fundador del ingenio San Luis, el seƱor Luis Cambiaso y que el nombre en honor a San Luis Rey de Francia lo tiene de manera exclusiva y particular la iglesia Católica, luego de convertirse en demarcación parroquial. 

La educadora Clara Estela Mesa, directora del liceo nocturno TomĆ”s Almonte Polanco, anteriormente liceo secundario San Luis, nos asegura que los fundadores de San LuĆ­s son los Hermanos Cambiaso, fundadores del trapiche San Luis. 

Afirma la maestra que “en la familia Cambiaso se distinguió uno de los hermanos llamado Luis Cambiaso, el cual era muy luchador, humanitario y colaborador en las soluciones de los problemas de la comunidad, el seƱor Cambiaso murió en 1885, hecho que consternó a todas las personas del lugar, por lo que sus habitantes decidieron honrarlo, al ingenio Ozama por el de Batey San Luis”. 

En tanto que el dirigente comunitario y religioso AnĆ­bal JosĆ© nos dice que ciertamente la capilla de la iglesia católica recibĆ­a el nombre de San Rafael, Pero luego de convertirse en parroquia y en honor a al regalo de una imagen de San Luis Rey de Francia hecho a la a esta entidad se le cambió el nombre al organismo parroquial. 

En lo que todos los documentos y versiones coinciden es en que el poblado San Luis surge luego de que los hermanos Cambiaso fundaran el trapiche, que este era administrado por Luis Cambiaso y que esta unidad económica fue la que atrajo a las familias que se organizaron en comunidad en su entorno. 

La junta de Distrito de San Luis dice en la pĆ”gina 25 de su Plan de Desarrollo 2015-20209, publicado en febrero del 2015, que “El nombre San Luis viene de un Rey en Francia con alto sentido de humildad y ayuda a los mĆ”s necesitados que le llamaron San Luis, de ahĆ­ tambiĆ©n viene el nombre de la Iglesia Católica”. 

En otro informe publicado el 27 de febrero del 20 17 la Junta municipal dice que “a esta comunidad a la que dieron por nombre San Luis, ya para el 1881, los Cambiazo habĆ­an instalado un ingenio de nombre San Luis que contaba con 2400 tareas cultivadas de caƱa y 4600, tareas por cultivar. 

Posteriormente cuando la iglesia católica empieza su labor eclesiĆ”stica en esta comunidad atribuyó este nombre a San Luis, rey de Francia, por lo que cada 25 de agosto se celebran fiesta patronales en su honor”. 



Desarrollo de la población de San LuĆ­s 

La población se fue incrementando en el transcurso del tiempo y en la medida en que el crecimiento de su central atraĆ­a mĆ”s actividades económicas desde fuerzas de trabajos de diferentes niveles hasta personas que desarrollaban actividades colaterales a la actividad económica principal que era la siembra de caƱa y la fabricación de azĆŗcar. 

De esta forma indica la Junta Distrital que En el aƱo 1895, se incrementa la llegada de los pobladores a San Luis y se desarrolló a un alto nivel el acondicionamiento del lugar. 

En este proceso de crecimiento de San Luis surgen diversos sectores entre ellos los barracones, y bateyes para trabajadores construido por el Central, ademĆ”s del sector de las casa grandes, lugar en donde residĆ­an los funcionarios del central azucarero. 

Entre los sectores que fueron surgiendo al calor de la industria azucarera en San Luis se destacan Bateyes del Ozama, El Naranjo, Mata Mamón, San JoaquĆ­n, Culata, La Ceiba, Reventón, San Juan, Mata los Indios y Cortebolo. 

Informa el profesor Mariano Cuello Ozuna, autor del libro “Historia e incidencia del ingenio Ozama y Nostalgia” publicado en el 2017, que los bateyes son los asentamientos de los trabajadores de la industria azucarera. Estos se formaron en lugares rurales con viviendas que representaban la pobreza. 

La influencia de las plantaciones en la sociedad la plantea claramente el historiador cubano de alto prestigio internacional doctor Manuel Ramón Moreno Fraginals en su obra histórica “El Ingenio: complejo económico social cubano del azĆŗcar” cuando afirma que “El azĆŗcar, en su desarrollo creciente, conformó una serie de fenómenos polĆ­ticos, sociales, religiosos, culturales, etc., que generalmente han sido evaluados como hechos autónomos, sin insertarlos en la estructura productiva”. 

En San LuĆ­s no sólo conformó estos fenómenos, sino que conformó la misma comunidad y todas sus caracterĆ­sticas. 

La industria azucarera ha sido un elemento de transformación social, económica y cultural en todo el paĆ­s, pero en lugares como San Luis fue, mĆ”s que de transformación, de creación. Esta comunidad no existĆ­a y surge al calor del ingenio, con la caracterĆ­stica principal de que es una colectividad de migrantes en busca de mejores condiciones de vida, por tanto una comunidad de gente trabajadora. 

AdemĆ”s se forma una comunidad de migrantes de diferentes regiones del paĆ­s y de diferentes paĆ­ses que llegan atraĆ­dos por las actividades alrededor de la elaboración del dulce. 

La industria azucarera en San Luis surge como trapiche en 1876, ya para 1881 es ingenio, pero no solo es ingenio, sino que como afirmaba HĆ©ctor Cuevas en “El AzĆŗcar se Ahogó en la Melaza” en su primera etapa fue uno de los cuatro primeros centrales azucarero con una red de colonos produciendo caƱa para su molino. 

El ingenio ubicado en San Luis tuvo una vida Ćŗtil y productiva de mĆ”s de 120 aƱos en los que paso por las manos de varios propietarios entre ellos la Casa Hermanos Cambiaso, a la familia Michelena, de donde pasa al The Royal Bank of Canada, luego en 1953 mediante un proceso de supuesta nacionalización es adquirido por el dictador Rafael L Trujillo, y luego de su muerte pasa a ser propiedad del Estado Dominicana, por medio de la Ley de Saneamiento, la 6106 del 14 de noviembre de 1962. 

Con la creación del Consejo Estatal del AzĆŗcar (CEA), mediante la Ley nĆŗmero siete, del 19 de agosto de 1966, el Ozama, al igual que los demĆ”s ingenios del Estado pasaron a formar partes de este organismo. 

Entre de los aspectos que explican el constante crecimiento del trapiche San LuĆ­s, ingenio Ozama a partir de 1890 (lo que muchos ven como fecha de fundación), se destacan la incorporación de tecnologĆ­a y mejora en la siembra, pero fue determinante el proceso de expansión. 

El dirigente comunitario RubĆ©n HernĆ”ndez indica que en sus inicios el ingenio disponĆ­a “de unas 7,536 hectĆ”reas aptas para el cultivo de caƱa de azĆŗcar y 1,005 hectĆ”reas de potreros. Su capacidad de molienda nominal es de unas 4,000 toneladas cortas por dĆ­a, pero su capacidad operativa actual es de 3,000 toneladas cortas por dĆ­a. El 40% de la caƱa que procesa es de administración y el 60% restante es suministrado por los colonos. Para el transporte de caƱa cuenta con 96 kms de vĆ­as fĆ©rreas”. 

La extensión del Ć”rea de producción de caƱas para el ingenio se debió a la desaparición de varios ingenios y trapiches que se fundaron en las localidades aledaƱas y desaparecieron y a partir de ahĆ­ sus tierras ampliaban el campo de caƱa de este central azucarero. 

Todos los entrevistados coinciden en que las relaciones de la comunidad fueron excelente. Que entre ambos habĆ­a una relación de dependencia vital. 

El licenciado Alfredo MartĆ­nez, El CaƱero, afirma que gracias al central, esta comunidad era altamente productiva y que los aportes al desarrollo comunitarios no sólo fueron en lo económico, sino tambiĆ©n en cultura, deporte, educación, salud y relaciones sociales. 

Un ejemplo de la calidad del aporte del ingenio a la comunidad lo presenta el dirigente deportivo Freddy Antonio Paulino cuando precisa que crearon centros de diferente deporte, financiaban los clubes y promovĆ­an las competencias. Fruto de esta activa militante y colaborativa participación, la comunidad cuenta con varios peloteros de grandes ligas, entre los que se destacan FĆ©lix JosĆ© y Pablo de León. 

El exdirigente sindical del CEA y asistente de ingenierĆ­a elĆ©ctrica del Ingenio Ozama, Ambrosio CĆ©spedes, recuerda que la relación ingenio comunidad era tan buena que en la temporada muerta, el ingenio autorizaba a algunos comerciantes, como es el caso de Don Augusto Saviñón, para que fiaran la comida a los trabajadores que cesaban con el compromiso de que estos serĆ­an descontados de la nómina en la temporada de Zafra. 



Impacto del Cierre del Ingenio Ozama y nuevas alternativas 

El ingenio se mantiene activo hasta 1998, momento a partir del cual, segĆŗn explica MartĆ­nez, se combinan la destrucción provocada a sus instalaciones por el ciclón George, y la polĆ­tica de capitalización, pero que en el caso del Ozama, ningĆŗn inversionista se interesó. 

Advierte que a pesar de las grandes inversiones hecha por el gobierno en el sector entre se destaca la construcción de siete escuelas y la fundación en este territorio del Instituto TĆ©cnico Superior Comunitario, la población de San LuĆ­s no tiene en su localidad los medios para conseguir su sustento. 

Todos los comunitarios entrevistados coinciden en que a San Luis le faltan medios de producción que generen empleos y riquezas, precisó el entrevistado, que coincidió con la mayorĆ­a de los que informaron sobre la situación de esta comunidad a partir de la caĆ­da de su ingenio. 

Nos informan algunos entrevistados que la desaparición del Ingenio Ozama sumergió la población de San Luis en el abandono y la Miseria. Los mĆ”s jóvenes pudieron reciclarse y buscar otras opciones laborales, pero los mayores se tuvieron que resignar a la triste realidad de recibir una liquidación que pronto fue absorbida por la crisis y luchar por una pobre pensión, que aunque muchos la han logrados otros se fueron a la tumba sin recibirla, como cuenta Gabriel GarcĆ­a MĆ”rquez en “el coronel no tiene quien le escriba”. 

San Luis pasa de ser un sector productor de empleo y riquezas mediante su Ingenio Ozama a una comunidad marginada en el desempleo en la que surge como un oasis salvador el Instituto TĆ©cnico Superior Comunitario, quien se encarga de la formación tĆ©cnica superior de sus jóvenes, pero aĆŗn queda por resolver el problema de los empleos a lo interno de la demarcación. 



El autor es comunicador y magister en historia aplicada a la educación.

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