El autor es periodista. Reside en Monte Plata
Ahora que la situaciĆ³n fronteriza se ha tornado prĆ”cticamente incontrolable se hace necesario retomar la construcciĆ³n del muro fronterizo que ponga freno al flujo migratorio sin control desde HaitĆ hacia la RepĆŗblica Dominicana.
En el pasado critiquĆ© acremente el planteamiento de la familia Castillo pero he llegado a la conclusiĆ³n de que en realidad hay que buscar una salida definitiva al desorden migratorio que se registra en nuestra franja fronteriza con los indocumentados.
Es necesario retomar la construcciĆ³n del bendito muro que harĆa mĆ”s efectivo la vigilancia militar de todo aquel que atraviese la frontera ya sea desde HaitĆ hacia aquĆ o viceversa, algo que hace tiempo debiĆ³ implementarse para corregir el desorden imperante.
Un muro que abarque que abarque toda la franja fronteriza serĆa prĆ”cticamente la soluciĆ³n al desorden institucionalizado que se registra en nuestra frontera donde todas las normas y medidas de control son violadas diariamente.
Cuando los Vinchos Castillo plantearon la necesidad de construir el muro me opuse, pero con el paso del tiempo he visto que se hace necesario como forma de poner freno al flujo ilegal de personas sin control desde ambos lados de la franja que divide a los dos paĆses.
Muchos, algunos de los cuales de manera burlona de la boca plantean la tesis de que los haitianos deben permanecer en HaitĆ y desarrollar sus vidas en esa naciĆ³n, mientras los dominicanos debemos permanecer en la RepĆŗblica Dominicana.
Ahora, la construcciĆ³n de un muro fronterizo contribuirĆa a alejar de la mente de aquellos malvados que abogan y han planteados inclusive en foros internacionales por la fusiĆ³n de la RepĆŗblica Dominicana y HaitĆ cuando la mayorĆas de los dominicanos nos oponemos a tal planteamiento.
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