El Escudo nacional “no tiene suerte”

El Escudo de armas de la República Dominicana es el emblema heráldico que representa al país y, junto con la Bandera y el Himno Nacional, constituyen la tríada de símbolos patrios.

La normativa de uso del escudo dice que debe estar presente en todos los documentos oficiales emitidos por el Estado dominicano, en el centro de la Bandera nacional, en las partes frontales de todas las oficinas públicas, organismos descentralizados, embajadas, consulados, cortes, tribunales, juzgados y demás dependencias judiciales, así como en las fortalezas, destacamentos y demás dependencias de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional.

Sin embargo, nuestro escudo “no tiene suerte”. La Bandera nacional, según se representa en nuestras constituciones ha sufrido tres modificaciones, constituyendo la actual, con el escudo en el centro, la última de ellas y la única conforme a la Carta Magna. En cambio, la historia registra 21 escudos diferentes siendo el actual, con los mismos colores de la Bandera, llevando en el centro la Biblia abierta en el Evangelio de San Juan, capítulo 8, versículo 32, con dos lanzas y cuatro banderas nacionales y con una cinta en la base con sus puntas orientadas hacia arriba, la única versión correcta en los mandatos del artículo 32 constitucional.

Si hiciéramos una revisión entre papeles timbrados, edificios gubernamentales, avisos y otras formas de publicaciones y letreros, incluyendo el Congreso de la República y usanzas de oficiales militares todos utilizan versiones distorsionadas y degeneradas del símbolo patrio dominicano en contradicción al diseño que indica la Constitución.

Sin temor a equivocarnos, en materia de uso del Escudo nacional existe un desorden, un desconocimiento y una irresponsabilidad generalizada. A nadie le importa (mejor dicho, a muy pocos nos importa) la utilización correcta de nuestros símbolos patrios.

Actualmente hay una cruzada por las redes sociales de mostrar la enorme cantidad de banderas nacionales desprovistas del escudo que, repito, según la ley de uso de la Bandera nacional, debe estar colocado en el centro de la misma. He podido observar la situación de la Bandera nacional desprovista del escudo ondeando en el Estadio Quisqueya.

Este asunto atrajo poderosamente mi atención cuando vi una reseña en la prensa nacional en la cual se presentaban banderas dominicanas exhibidas sin el escudo en el Centro Mundial de Comercio en Boston, en el colegio de la Universidad de Boston y en la zona llamada Waterfront, en el Centro Mundial del Comercio, en la ciudad de Nueva York.

Tan grosera ha sido la realidad, que el presidente del Senado de la República, Reinaldo Pared Pérez, denunció a través de su cuenta de twitter, que en las instituciones públicas que izan la Bandera Nacional sin el escudo en el centro están violando el artículo 31 de la Constitución.

El titulo de este artículo periodístico viene a colación porque la Ley del Notariado No. 770, del 8 de noviembre de 1927, dejaba establecido en su artículo 38 que "cada notario tendrá un sello de forma circular con su nombre, calidad y residencia, y en el centro el Escudo Nacional. (…) pero, nuestro Escudo nacional tiene “tan poca suerte” que, por lo que parece haber sido una omisión de los redactores de la derogada Ley del Notariado No. 301, del 18 de junio de 1964, ésta no contenía disposición alguna que obligara al Notario a usar un sello profesional con el expreso mandato de que debía llevar el Escudo nacional en el centro y estamparlo como muestra adicional e inequívoca de su actuación.

Esta situación permaneció así por espacio de 25 años, hasta que la promulgación de la Ley No. 86 del 22 de octubre de 1989, agregó un párrafo al artículo 1 de la Ley No. 301 que ordenaba que: "Cada Notario tendrá un sello circular, (…), con el Escudo Nacional, en el centro, y deberá imprimir este sello en todos los actos auténticos o bajo firma privada que instrumente o legalice, así como en todas las copias o documentos que expida.

La existencia del escudo está consagrada en la Constitución de la República pero por extrañas causas lo quieren eliminar de la Bandera dominicana. Por éste y otros irrespetos, si recordamos el personaje humorístico de Luisito Martí, el Escudo nacional, como Casimiro, parece que tiene “mala suerte”.

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